jueves, 10 de marzo de 2011

Autocritica, el diablo de la conciencia

Ayer tenía que escribir un artículo y... pues nada salió. Eso es así, creo que no hay que exprimir tanto la naranja cuándo está medio seca, al final saldrá el gusto amargo de la cáscara.
OH qué frase me mandé papá!!
Y a partir de eso y un millón de cosas más que no andan saliendo bien, uno, una, o sólo yo misma y una camada chica de la sociedad pensante, empiezo a preguntar: ¿Qué tal si estoy totalmente equivocada?
Claro, ¿qué tal si sólo me convertí en un experta en  hacer creer?
Es simple,  hago que creas que soy inteligente, creativa, emprendedora y blablablabala, pero en realidad, allá en el fondo, no me sale nada de eso. Sólo soy una ilusionista, una maga con dientes con pos grado en argumentación, y así yo (con la duda) y así un montón más, con la seguridad...
Quién sabe, quién sabe...