domingo, 28 de julio de 2013

...
" El tiempo todo lo cura" . Eso decía mi viejo y tenía razón.
Cualquier que sea el dolor, el tiempo lo cura.
Un arañazo en la espalda causado por esas uñazitas finas, sin pintar de manos pequeñas y singulares, el tiempo lo cura.
Una pellizcada debajo de la costilla que venía de esos juegos malditos de las cosquillitas que me hacía. Insana. El tiempo lo cura.
Ese chichón que me quedó en la frente del encontronazo del primer intento de beso, muy torpe por cierto, el tiempo lo cura.
Esa mordida en el labio inferior, muy leve, muy astuta, muy pícara, muy caliente, el tiempo lo cura.
Ese agujero en el pecho que se abre a cada recuerdo. El tiempo lo cura.
Esa falta de aire, ese palpito, ese frió, esa fiebre, el vértigo... el tiempo todo lo cura.

Y tenía razón mi viejo... y sigo esperando el tiempo sanador... y ya pasaron  310 días 8 horas y 2 minutos y el tiempo todo lo cura.